La escritura de la escena dialogada se suele abordar en casa, en solitario, pero en los cursos presenciales, cuando tenemos tiempo, intento incorporarlo en clase, porque es una experiencia entretenida y estimulante.
Durante los cursos he podido comprobar que en la mayoría de los casos no encontráis grandes problemas para abordar los diálogos. Elaborar diálogos brillantes es una cuestión en parte de talento y en parte de oficio…Pero podemos perdernos en este debate y ahora lo importante es que te olvides de disquisiciones interminables, te coloques ante la hoja en blanco y empieces a desarrollar de una vez la escena dialogada. Y lo harás a partir de algunas claves que te daremos en clase.

En cada una de las sesiones, enfocamos la escritura de la escena dialogada hacia un objetivo. Hacerlo, te permitirá dos cosas: descubrir que si te sientas, puedes hacerlo y asimilar con la práctica algunas herramientas que te ayudarán en tu práctica individual.
En el trabajo de guion, la escaleta, el desarrollo dramático de tu trama, es un paso previo imprescindible para formar una historia. Quizá tienes tu historia en la cabeza, e incluso sobre el papel, pero la hoja en blanco para completarla te provoca un poco de vértigo y necesitas quitar dramatismo a esto de abordar la escena dialogada. Escribir con tiempo limitado a partir de situaciones y pautas que te encuentras en cada sesión, puede ayudarte a desbloquear esa parte del proceso.

También aprovechamos para trabajar sobre las dudas individuales. El taller y el propio desarrollo de la escritura te permitirán compartirlas y comprobar que la mayoría son comunes.
En el taller, escribimos aprovechando la energía colectiva. Nos sentimos en libertad, no nos jugamos nada, es una primera versión y tenemos tiempo limitado. Luego compartimos estrategias y vemos lo que han hecho los maestros con escenas parecidas. Es sorprendente comprobar que puedes hacerlo y que tienes tu propia voz.

Es uno de nuestros talleres más alegres.