Grotowski en el curso de teatro:
Existen unos pilares sobre los que las teorías teatrales se fundamentan. Cuántas veces hemos podido oír en la misma frase, Stanislavsky, Grotowsky, Brecht, Chejov (ambos) , Actor’s Studio, y cuántas veces hemos visto asentir mecánicamente como si se entendiera lo que se está diciendo. El trabajo de Grotowsky en su Teatro de las 13 filas, sigue siendo fuente de inspiración en el proceso de creación de personajes a través del trabajo psicofísico. La clase abierta con Grotowsky como inspiración es un «MUST SEE», algo que no te puedes perder, por la fuerza y el coraje con la que los actores han atacado su teatro.
Clara Cosials nos presenta en el curso de teatro su aproximación Grotowskiana y nos va a hacer disfrutar de una tarde de puro teatro, inteligente, atractivo, especial, distinto.
Paola dice: «El trabajo de Grotowski nos lleva a penetrar cada vez más profundamente en el mundo interior del actor, hasta el punto en que éste deja de ser actor para convertirse en el hombre esencial. Para ello se requieren todos y cada uno de los elementos dinámicos del drama, de manera tal que se pueda exprimir cada célula del cuerpo para que revele sus secretos. La frase que más me acuerdo al principio de esta etapa del curso de teatro es: «Cansarse físicamente para ser creativos». Todos estos meses hemos experimentado cosas únicas y descubrimientos que nos han aportado muchísimo como actores. Esta clase abierta es totalmente distinta y este curso es toda una aventura a la conexión profunda del actor, las acciones físicas, el cuerpo y la voz. Queremos compartir contigo lo que hemos hecho, esta visión, esta experiencia.»
Y después de la representación, añadió: «Me acuerdo cuando iniciamos toda esta aventura Clara, Manu, Luci, Cristian, Edu, Mikel y yo, teníamos muchas ganas de empezar y descubrir, estábamos emocionados he intrigados por como sería esto. Desde el primer día nos lo tomamos enserio, tras leer dos libros antes de iniciar las clases, nos habían creado expectativas y confusiones sobre el método de Grotowski. Como sabíamos y nos lo dijo Clara, el inicio de clase sería lo que el decía: Desgastarnos físicamente para luego reconocer nuestros resonadores y poder empezar a crear. Nos cansamos hasta no poder más, me acuerdo que al día siguiente todos teníamos agujetas, pero estábamos esperando ansiosos el segundo día de clases.
Grotowski nos deja una gran aportación como actores, hemos descubierto una manera distinta de crear los personajes, sabemos ahora que trabajando la parte física (el cuerpo) y los resonadores de voz, logramos sentir como las emociones van naciendo para luego liberarlas. Es muy importante que el cuerpo y la voz se liberen de toda resistencia para poder realmente estar conectados como actores y así permitir que el personaje nos invada. Para llegar a ese punto hemos tenido que romper varios obstáculos, como primero, el de nosotros mismos, pero un constante trabajo nos lleva a adquirir un dominio sobre los medios físicos, con lo que puede hacer que esos obstáculos desaparezcan. El descubrimiento de las acciones físicas, de los resonadores, de la unión de todos los elemento para lograr esa conexión con nosotros mismos como actores y hacer que afloren los sentimientos fue mágico. En conclusión, Grotowski también es dejarse penetrar por el personaje que está en relación con la propia exposición de nosotros mismos como actores, no podemos dudar en mostrarnos exactamente como somos, ya que comprendemos que este tipo de método exige abrirse para desvelar sus secretos y exponernos ante el público.
Al llegar el viernes 19 de diciembre, sabíamos que teníamos que mostrarnos en la clase abierta con la finalidad de presentar y compartir todo lo que habíamos trabajado de Grotowski, al final solo pudimos hacerlo 4 de nosotros y dirigidos por Clara, cuando llego la hora, estábamos sintiendo eso que se siente antes de salir a actuar frente al publico. ¿Me entienden? Eso que no se puede explicar bien pero que no molesta, mas bien entusiasma y da fuerza… solo que esta vez era distinto, por que era un trabajo muy personal, porque cada clase íbamos a darlo todo y a entregarnos realmente a lo que estábamos descubriendo, era algo totalmente nuevo para todos nosotros, desde como lo íbamos hacer, hasta exponernos y compartir todo el proceso de descubrimiento de Grotowski que fue totalmente emocionante. Con el corazón acelerado y emocionados, gritamos, Fuerza y Amor, y ahí estábamos, frente a las personas que se animaron a ir, concentrados y con muchas ganas de compartir. Hicimos los Mystery Plays que era un trabajo muy personal y cada uno descubrió que estaba ya integrado con lo que Grotowski decía, repetir las acciones exactas para dejar que las emociones salgan. Luego presentamos nuestras partituras de movimientos, esa a la que le cogimos mucho cariño para luego integrarlo con los monólogos que a cada uno la había tocado de Shakespeare, acomodamos cada uno nuestros elementos y todos los personajes se integraron a ese trabajo físico y de voz, las emociones, una vez más surgieron. Al terminar sentí que había algo distinto en mi corazón, fue precioso lo que entregamos como grupo y cuando el público nos pregunto cosas sobre Grotowski, fue simplemente único por que habíamos mostrado algo que había conectado con ellos y les había llamado la atención.
Ha sido una clase abierta maravillosa, en donde todos dimos mas que el 100% y estábamos súper conectados como grupo y como actores, ha sido la clase abierta en donde todo lo que pasaba era precioso. Grotowski se ha convertido en una palabra en donde cuando la escucho simplemente sonrío y me acuerdo de todas las vivencias de nosotros siete. Ahora nos toca el siguiente reto: Chejov, allá vamos.»
Lucía dice: «Estamos felices y nerviosos como nunca antes en este sótano porque queremos compartir con vosotros eso a lo que hemos llegado después de algunas clases. En este proceso lo que hemos hecho ha sido darnos la mano, cerrar fuerte los ojos y echar a andar. Grotowski y Eugenio Barba nos han dicho por dónde debíamos caminar, cuánto debiamos saltar y cómo liberar nuestra voz. Pero al final, hemos hecho un poco lo que nuestras tripas nos pedían.»
Y después de la representación, añadió: «El viernes, en la clase abierta, se produjo esa magia que a veces ocurre en el teatro y sólo en el teatro. Esa sensación de que el aire tiene un color el silencio suena y cada palabra dicha se queda flotando.